PRANA Y APANA.
EL DESPERTAR DE LA ENERGÍA.
PRANA es la energía vital (en el universo, en la naturaleza y en las personas).
Los PRANA VAYU son los diferentes pranas (o aires, o energías, o ambientes) que hay en el cuerpo. Existen cinco: PRANA, APANA, SAMANA, UDANA, VYANA. Cada una de estas subdivisiones del Prana tiene una residencia natural en una zona concreta del cuerpo.
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Cuando se equilibra prana y apana (considerados los prana vayu más importantes) los otros tienden a ajustarse.
La kundalini no ascenderá por susumna hasta que prana y apana estén integrados y equilibrados.
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PRANA
(Absorción, aliento inspirado.)………………………Energía ascendente.
Ubicación: tórax.
Asociado con los pulmones y con la inspiración.
Su movimiento es la acumulación y la expansión de los pulmones y de la energía interna.
Si estas lleno de prana estás listo para la vida, cargado de energía, con la respiración abierta y la mente optimista.
Se trata de la energía que fluye hacia adentro (aire, comida, emociones) y que da energía al cuerpo y a la mente.
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APANA
(Eliminación, aliento espirado.)………………………Energía descendente.
Ubicación: ano, bajo vientre, pelvis.
Gobierna todas las funciones relacionadas con la eliminación (a través de recto, la vejiga , el colon y los genitales).
Su salida principal es a través del recto pero incluso fluye hasta los pies por donde se expulsa.
Se necesita un poderoso apana para eliminar toxinas.
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Prana y Apana representan las puertas de entrada y salida por donde el cuerpo realiza sus intercambios con el universo y conforman una polaridad que debe mantenerse en armonía.
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En muchos ejercicios de yoga se hace hincapié en la necesidad de mantener ciertos ritmos respiratorios, que producen este equilibrio.
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Prana es una energía ascendente y apana una descendente. Estas dos fuerzas que parecen contrarias en realidad son complementarias. La persona que practica, invirtiendo las dirección habitual de prana y apana consigue que se unan en la zona del ombligo con samana vayu. Esto libera energía que es absorbida por manipura chakra que está en susumna nadi (nadi central) y sube hasta el cerebro donde genera la activación de los centros y facultades superiores de la mente. Aunque esto no sucede en un día, es el resultado de una práctica larga y regular.