Después de más de 10 años practicando Ashtanga como alumno, Sandro concluyó su formación de Ashtanga Yoga con prácticas en Yogaiam y enseguida se incorporó al cuadro de profesores del estudio.
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Proveniente de una familia dedicada al movimiento y la educación física, Sandro tiene conocimientos de danza, Capoeira, Tai Chi y “Biogimnasia”, una técnica mixta de su Brasil natal. A raíz de estas influencias previas, sus clases ganan un toque de flow poco habitual en las secuencias tan pautadas que dictan el Ashtanga.
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“Intento transmitir en cada clase la idea de una mente fresca de principiante (aunque no lo seas), eso es lo que nos enseña el término budista zen Shoshin. Este concepto te invita a dejar espacio mental para ver las cosas con entusiasmo, cada vez, cada día, aunque sea la milésima vez que hagas aquel movimiento o actividad. Sube a tu esterilla y ¡maravíllate contigo mismo!”